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  • Foto del escritorRicardo Calavera

Camino al éxito

A colaboración con Valentin Neil N. Dean




Cada persona tiene una imagen de ti. Tu pareja, tu mejor amigo, tu padre, tu madre; todos ellos tienen una imagen muy distinta de ti, cada uno te mira a través de sus ojos y te juzga con el filtro de su propia programación. Para tú pareja puedes parecer un excelente hombre dispuesto a luchar por sus sueños y para tu vecino puedes parecer un adicto al trabajo, arrogante y sin tiempo para pararse a platicar 5 minutos cuando se saludan. Pero ellos no tienen razón y tampoco tú. Quien tú piensas que eres, y quien realmente eres no son la misma persona. Pero ¿quién tiene razón? Quién va a poder juzgar tu vida y tu éxito sino tú mismo.



El éxito es una de esas cuestiones que genera opiniones exageradamente volubles ya que lo que para ti es éxito para la otra persona bien podría parecer más vanidad que éxito.


Tendemos a asociar el “éxito verdadero” con personas que portan trajes de diseñador, carros con interiores de cuero en color llamativo o con algún animal en su emblema, fajos de dinero o parejas trofeo; pero la verdad es que esta versión de éxito es una versión muy limitada y poco realista en la mayoría de los casos.



¿Cuántas personas poseen bienes materiales y sus recursos son prácticamente abundantes y con todo eso siguen viviendo en una miseria mental?



La mayoría de las personas que ganan la lotería adquieren mucho dinero, pero solo por un periodo de tiempo corto ya que al no saber administrar sus emociones vuelven al mismo lugar donde empezaron (en el mejor de los casos) ya que su mente nunca fue rica en verdad y no pasaron por el proceso de lucha que cualquier cosa de valor requiere y el resultado termina siendo desastroso. Jamás rompieron esa barrera mental que el éxito requiere. Debes de verlo en tu mente de una manera muy clara.




El éxito sin ponernos sentimentales ni meter frases del corazón puede ser desde terminar ese proyecto que llevaba años dando vueltas por tu cabeza, realizar ese viaje al caribe, comprar una casa, tener millones de dólares en el banco, tener una familia, hablar un idioma diferente o cualquier cosa que hayas deseado con ahínco; pero una cosa es muy cierta, y es que no podrás alcanzar el éxito deseado; operando desde la misma base metal desde la cual estas partiendo; necesitas desarrollar todas tus capacidades y ponerte a prueba en el campo de batalla sino solo serás un guerrero del teclado en busca de frases motivacionales con algún carro deportivo de fondo patrocinado por alguna cuenta mierdera de Instagram.






Y un día te levantas en la mañana, te miras al espejo, ahí entre todas las voces que hablan de ti y el gran cumulo de personas a quienes no debes defraudar, estás tú. En ese momento puedes saber que tu vida va sobre ruedas o sí no eres más que la marioneta de las personas que te rodean. No es tu familia, pareja o amigos quien más te refrena, es tu propio ego. Tu voz interna que te detiene con frases como “me veo muy bien, no necesito ir al gym” o “soy el más cariñoso y encantador en el mundo” No confundas ego con confianza, hay una gran diferencia para nosotros, los hombres de verdad la única definición de éxito consta en mirarte al espejo y preguntarte si tu 《YO》 de 18 años estaría decepcionado u orgulloso de ti.




Los 18's para una gran mayoría es una etapa crucial de este camino de penitencias y placeres llamado vida. Los años justo después de que la gente empiece a ser corrompida y viciada por la vida.


El éxito no nace, se crea. Pobreza, dificultad, dolores crónicos, tristeza; estas son cosas que marcan la diferencia entre los hombres de los niños.


Es por eso que en muchas culturas los jóvenes tienen una ceremonia de iniciación, es por esto que los niños regresaban de la guerra como hombres duros que no se dejaban caer a la primera. Conflicto y dolor son cuestiones que forjan la mentalidad. Un hombre no puede crecer sin conflicto y aprendizaje de los errores.





Tú no mereces una mujer hermosa o una vida placentera solo por ser hombre, de hecho, tú no mereces nada. No hay atajos, no hay trucos mágicos, hay carreras a las que no se te permite ingresar hasta que tengas un grado más o menos respetable dentro de la materia (dígase maestría) y lo mismo es con la vida; no puedes acceder a un nivel más alto si sigues con tus patéticos amigos jugando GTA o viendo el futbol, debes de menear el culo y buscar adversarios que desafíen tus conocimientos y te pongan a prueba. ¿Cómo puedes saber si eres bueno si jamás enfrentas a alguien bueno?


¿Quieres más dinero? Trabaja no más duro sino más inteligente

¿Quieres una mujer de 10? Conviértete en un hombre de 10

¿Quieres ser un hombre de respeto? Conviértete en alguien respetable

Si no sufres ahora para conseguir el éxito sufrirás en el futuro por el fracaso.

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